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Esta cumbre, denominada comúnmente “el Davos femenino”, se lleva celebrando desde hace más de treinta y un años, y volvió a realizarse tras la pandemia, teniendo esta edición como lema “ Mujeres que transforman la economía”, reuniendo a líderes empresariales, de gobiernos y sociedad civil, con el objetivo de reavivar el debate del papel de las mujeres para transformar la economía mundial después del coronavirus.

Dentro del marco general de la Promoción de la Igualdad de Género, columna vertebral del evento, un punto a destacar ha sido el gran impacto del cambio de modelo laboral para las mujeres, compaginando el trabajo en remoto con las tareas domésticas, afectando así, según estudios presentados por los prestigiosos ponentes, a la salud mental de un gran número de personas por la presión vivida. A su vez también ha sido el colectivo femenino el más afectado por la pérdida de trabajos poco especializados.

Se trata de un foro económico centrado en el avance de la mujer, pero sin dejar de lado los ámbitos sociales y políticos en general. La participación internacional es clave para el intercambio de puntos de vista desde distintas culturas,España ha sido uno de los 45 países que participaron en la cumbre, llegando también mujeres desde lugares tan remotos como Kazajistán, México, Vietnam, Reino Unido, Japón o Australia.

Como parte a resaltar en conclusiones se destaca que la apertura de grandes oportunidades en la era pos-pandemia, gracias al poder de decisión de la mujer respecto al consumo de sus hogares, segmento básico para el impulso de la recuperación económica. También es clave su protagonismo en el camino hacia la sostenibilidad, por su especial concienciación, aspecto al que se le ha dedicado también varias ponencias en estas jornadas.

El ámbito laboral ha centrado gran parte del análisis en esta cumbre, donde se han propuesto medidas que favorezcan el avance del colectivo femenino, identificando, por otra parte, la falta de visibilidad como una de las mayores barreras que tienen las mujeres.

El encuentro incluyo una recepción oficial por parte de la Embajadora de España en la República de Portugal Doña Marta Betanzos a la delegación española, ataviada con matón de manila y flor en homenaje a su procedencia.