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Acumulamos más de 20 años de experiencia en sistemas de almacenamiento y más de 5 años en sistemas de almacenamiento en Litio para funciones de regulación de la red y de gestión de la energía. En el artículo explicamos por qué el almacenamiento energético es una prioridad, avanzamos sus aplicaciones y damos a conocer algunos proyectos y casos de éxito desarrollados.

El almacenamiento de energía, junto con las energías renovables (energía solar), son dos de las prioridades en el desarrollo de soluciones de ZGR. Entendemos que son claves para la transición energética y la electrificación de la economía.

La evolución de un sistema energético dominado por la generación centralizada de combustibles fósiles, a un sistema energético más distribuido, con fuentes diversas de energía renovable, supone una apuesta clara por el almacenamiento de energía. ZGR es un agente activo y socio estratégico para el cambio.

• ¿Por qué el almacenamiento de energía es una prioridad?

Hay cuatro razones que lo explican:

1). Flexibilidad del sistema energético: Las tecnologías de almacenamiento permiten almacenar el exceso de energía y descargarlo cuando hay poca generación o demasiada demanda. Y, además, hacerlo en diferentes tiempos, acorde a cada necesidad: Un día, unas horas, un mes..

2). Estaciones y subestaciones eléctricas: El almacenamiento puede ayudar a mejorar la eficiencia y el funcionamiento de infraestructuras eléctricas de transmisión y distribución, extendiendo la vida útil de los activos existentes, dotándolas de mayor flexibilidad y consiguiendo:

• Optimizar mejor el uso de la energía disponible,
• Mejorar la calidad del suministro eléctrico,
• Integrar la energía generada por fuentes renovables
• Asegurar la fiabilidad de la red,

Además, para adaptarse a la nueva regulación las infraestructuras eléctricas actuales necesitan avanzar en tecnologías de almacenamiento.

3) Renovables: El almacenamiento de energía tiene un papel muy importante que jugar en las renovables, ya que permite almacenar la energía en los picos de generación. Esto se traduce en rentabilidad y eficiencia en los proyectos.

El almacenamiento es pieza clave tanto en las plantas solares de gran tamaño (Utilitie Scale PV), como en los autoconsumos, sean comunidades energéticas industriales o de consumidores.

Por ejemplo, si una empresa industrial incorpora sistemas de almacenamiento de energía en sus instalaciones, le permitirá evitar los picos y proporcinar energía al sistema como respaldo, en el caso de un apagón o si se disminuye la corriente eléctrica, asegurando así la energía segura, estable y eficiente de su sistema eléctrico.

4). Movilidad eléctrica: En áreas no urbanas (autovías, carreteras secundarias en zonas de difícil acceso…) con redes débiles de energía eléctrica, el almacenamiento de energía facilita la repotenciación eléctrica de las áreas de servicio. Si la débil calidad de red se refuerza con fotovoltáica y almacenamiento, se facilita muchísimo el despliegue de una infraestructura de carga muy rápida para vehículos eléctricos.

Esta realidad explica por qué las infraestructuras de almacenamiento de energía están aumentando tan rápidamente. Legislación, industria y toda la cadena de valor de la energía debemos trabajar de forma colaborativa en esta dirección.

Según el último informe de la Asociación Europea para el Almacenamiento de Energía (EASE), el almacenamiento debe aumentar hasta 14 GW/año para cumplir con el objetivo de 200 GW para 2030. Y para los objetivos marcados para 2050 se necesitan al menos 600 GW de almacenamiento en el Sistema energético de la UE.

Así pues, sin un avance en aplicación final a mercado de las tecnologías de almacenamiento y la electrónica de potencia, que posibilitan el cambio de DC (Corriente Continua) a CA (Corriente Alterna), será muy difícil alcanzar el objetivo de descarbonización y cero emisiones.