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A pesar de la pandemia, el sector de la construcción se enorgullece de sus logros durante los dos últimos años. Una gran cantidad encargos desató una auténtica avalancha en el sector y animó de las empresas, que miran al futuro con optimismo. Pero debido a tiranteces políticas, la escasez de materia prima y la inflación, el impulso parece haberse aplacado. El índice que mide las expectativas del sector (instituto IFO en Alemania) ha bajado notoriamente por primera vez desde hace años. Los encargos remiten y la competencia entre las empresas se recrudece. ¿Qué hacer para defender la posición de una empresa en el mercado?

• Invertir para el futuro
La modernización de la empresa permite mantener la competitividad e impulsar la revolución digital del sector. Revolución que ya han instaurado muchas empresas transformadoras del metal y de la madera, pero que parece chocar con reticencias en el sector de la construcción. Muchos carecen de una estrategia para la digitalización de la empresa o temen la implementación: una actualización con programas y tecnologías significa costes y dificultades iniciales.

Aun así, el cambio tecnológico desde las máquinas de obra establecidas hacia el avance digital es necesario, ya que no solo mejora el proceso de construcción, también permite satisfacer las expectativas cada vez mayores en el desarrollo de las ciudades del presente y del futuro. Porque las exigencias sobre la protección del medioambiente y la calidad de vida aumentan y la modernización de la construcción va de la mano de proyectos modernos y sostenibles.

• Desde programas informáticos nuevos a robots de alta tecnología
Los enfoques de la construcción moderna son variados. Las nuevas tecnologías, como los programas de gestión y análisis, blockchain, modelado 3D e inteligencia artificial pueden aplicarse en diversos campos: por ejemplo, en la planificación de un proyecto y la previsión de los materiales necesarios, en la ejecución más rápida o en la mejora de los flujos de trabajo y la coordinación en la obra. Con la instauración adecuada se pueden mejorar los procesos y ahorrar recursos y, por tanto, reducir los costes para el cliente. Esto último aumenta el atractivo de la empresa de cara a la adjudicación del encargo.

También existen tecnologías para facilitar y complementar los procesos a pie de obra. Los drones facilitan la visión general de una obra de gran envergadura. Los escáneres láser permiten la medición exacta del entorno y con las gafas de realidad virtual se pueden proyectar las edificaciones de forma digital en su futuro emplazamiento.

Un adelanto ya habitual que también podría aportar un valor añadido en la construcción es el empleo de robots. Son rápidos, trabajan de forma precisa y pueden suponer una solución a la falta de mano de obra especializada.

• La venta de máquinas usadas como piedra angular de la digitalización
Sin embargo, implementar la modernización en una empresa puede fracasar ante la falta de presupuesto. Cabe resaltar que muchas empresas no son conscientes de que las máquinas viejas que ya no se usan distan mucho de ser un capital muerto. Es muy conveniente llevarlas al mercado con la ayuda de profesionales experimentados en vez de desguazarlos o venderlos a un precio excesivamente bajo. Las casas de subastas industriales como Surplex.com pueden ayudar a las empresas de construcción a comercializar sus excavadoras, niveladoras y grúas más allá de sus fronteras. Desde la primera tasación, pasando por la facturación hasta el envío, Surplex ofrece el servicio íntegro. Los expertos venden máquinas de obra usadas a los mejores precios en 15 países europeos. Ya que la venta de equipos usados no solo les regala una segunda vida a sus máquinas, con lo que protege el medioambiente, también liberarán un presupuesto que había quedado estancado y que permitirá la modernización de la empresa. Así, las empresas de construcción están a la vanguardia y mantienen su competitividad incluso en un mercado actualmente difícil.