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La compañía estima un impacto de 81 millones a nivel de ebitda como consecuencia de la pandemia en lo que va de año. Pese a ello, aumenta esta magnitud un 8% interanual hasta 3.136 millones.

La gestión integral del negocio eléctrico permite a Endesa paliar la caída de la demanda eléctrica -6% en promedio en la Península- y de los precios mayoristas de la electricidad -36% respecto al mismo periodo de 2019.

El crecimiento en la producción de energía con fuentes renovables lleva a alcanzar ya entre enero y septiembre (excluyendo los territorios no peninsulares) el objetivo de generar un 85% de la electricidad sin emisiones de CO2, meta fijada para 2022.

Avances en el proceso de descarbonización que se suman a la sólida cartera de proyectos renovables de 6.900 MW (65% solar y 35% eólica) con punto de conexión.

Endesa prosigue firmemente el desarrollo de su Plan de Responsabilidad Pública, lanzado para paliar los efectos sanitarios y sociolaborales de la pandemia.

Madrid, 4 de noviembre de 2020.- Endesa está logrando capear los efectos de la pandemia del coronavirus, así como de la creciente competencia en el negocio liberalizado (que incluye generación peninsular, comercialización, servicios, ajustes y costes de estructura), en los nueve primeros meses de este año. La compañía sigue comprometida con el cumplimiento de los objetivos financieros fijados para 2020, al tiempo que avanza en el proceso de descarbonización y de crecimiento del parque de energías renovables tanto en España como en Portugal.

La empresa ha obtenido un beneficio ordinario neto de 1.700 millones de euros entre enero y septiembre, un 38,4% más que en el mismo periodo del año anterior. Esta cifra se ve afectada por el efecto neto de la reversión de la provisión por determinados beneficios sociales por aplicación del nuevo convenio colectivo marco (que aporta 515 millones al resultado bruto de explotación -ebitda- y 386 millones al resultado neto). Y, por otra parte, el impacto de la provisión por salidas de personal contabilizada en el primer trimestre (que detrae 159 millones del ebitda y 119 millones del beneficio neto). Es decir, que ambas partidas aportan en total 356 millones al ebitda y 267 millones al resultado neto.

Este buen desempeño se sustenta, por un lado, en el incremento del ebitda del 8,2% hasta alcanzar los 3.136 millones. La estimación del impacto del covid en esta magnitud asciende a 81 millones hasta septiembre, sólo un millón de euros más respecto al cierre del primer semestre del año. Y, por otro, en la disminución de las dotaciones por amortizaciones y pérdidas por deterioro respecto del mismo periodo del año 2019 en un 57%, hasta 1.104 millones. El pasado año, Endesa acordó la discontinuidad de su negocio de carbón en la Península, y registró un deterioro de carácter extraordinario.